LA REALIDAD EXIGIÓ MANO FIRME Y DECISIÓN

Todo lo hasta aquí contado (y lo no contado, pero que se contará poco a poco) tiene que ver con una decisión complicada pero firmemente tomada por Ángel Víctor Torres, con el beneplácito de Román Rodríguez y el sabio asesoramiento de puntales cercanos a él como José Julián Istúritz. De muchas llamadas a muchas personas relevantes de distintos estamentos y sectores (de aquí y de más lejos). Después de lo anunciado y de un cierto ridículo ante la media “yenka” montada, la decisión no podía, no debía ser otra. La realidad de la Sanidad canaria en medio de la pandemia y ante lo que pueda venir los próximos meses, no permitía dilatar más la situación de inestabilidad y el tóxico ambiente y mal rollo que se iba extendiendo por todos los sectores, desde los centros de atención primaria a los hospitales de referencia, pasando por muchos despachos políticos y no tan políticos.

Ángel Víctor Torres (i), Román Rodríguez (c) y Julio Pérez que, de una manera u otra, mucho han tenido que ver en todo lo sucedido esta pasada semana.

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