Les puede chocar que cuente la siguiente historia en El Cotarro, pero, de alguna manera, historias como esta nos despejan la mente en estos complicados momentos, a la vez que hace un reconocimiento y homenaje a la carrera de Farmacia y a la noble profesión de farmacéutico o boticario. A principios del siglo XIX, Leodegario Santos López (nacido en Burgos el año 1794) vino a Tenerife para hacer el cuartel, momento en el que conoció a Antonina Cámara (hija de José Cámara Rebollo). Años más tarde, Leodegario se hizo farmacéutico y, con la idea de ejercer como boticario (y reencontrarse con Antonina) regresó a Tenerife. El año 1822 (o quizás un año antes) montó su primera farmacia en el Nº24 de la calle de La Carrera y, dos años más tarde, en 1824 se casó con Antonina y le alquiló un local a su propio suegro, en la parte baja de la casa familiar en la que vivía, en el Nº46 de la misma calle de La Carrera. Fallecido Leodegario Santos López,el año 1866, la farmacia pasa en 2ª generación a manos de Valeriano Santos Cámara, hijo de Leodegario y Antonina, también boticario de carrera, que llegó a ser alcalde de La Laguna y el que mandó a construir la popular fuente de la Plaza del Adelantado.
Actual fachada de la farmacia Santos-Lecuona, en la lagunera calle de La Carrera, con el histórico y emblemático farol, que ya los camiones han tirado tres veces.