Pero todo esto se consigue con un duro y permanente trabajo de adiestramiento y especialización. Y la preparación y alta cualificación de estos casi 5.000 militares con base en Canarias, que han sido de los más reconocidos y galardonados en misiones internacionales de paz, no podría ser la realidad que es, gracias al Campo de Adiestramiento y Maniobras de Pájara, en nuestra querida isla de Fuerteventura. Como manifiesta el teniente general Carlos Palacios (que futboleramente se confiesa “merengón”) sería pedir al Real Madrid que ganara la Champions sin tener la ciudad deportiva de Valdebebas para entrenar. Carlos Palacios lo explicó de manera muy clara y en positivo, dando por seguro que el presidente canario Ángel Víctor Torres, conoce la situación y la necesidad absoluta de defender y cuidar que el Campo de Adiestramiento de Pájara siga estando permanentemente activo para el entrenamiento y formación de los militares y otros cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Porque, estando como estamos a tan solo unos 100 Km del Sahel, una de las zonas más inestables y peligrosas del mundo, tener en Canarias un ejército preparado para la vigilancia, disuasión y defensa es absolutamente clave y nos da paz y tranquilidad. Y, si no, que se lo digan al Sector Turismo. Y el que me entiende, me entiende. Amén.
Anselmo Pestana (i), delegado del Gobierno de España en Canarias y el general Palacios Zaforteza. Ambos saben de la necesidad estratégica de seguir contando con el Campo de Adiestramiento de Pájara. El Gobierno canario lo debe saber también.