Colaboré con el maestro José Tamayo en más de una gala en la Plaza de Toros. Me enfadé un año y me hice amigo para toda la vida con Jaime Azpilicueta en otras galas. Hasta recuerdo haber presentado el concurso de rondallas en la Plaza de Toros y no me olvido del año 1990, en el que tuve oportunidad de presentar la gala de la reina, ya en la Plaza de España, cuando el tema del carnaval fue “El mundo de los cuentos” y elegida como reina Carmen Gloria Trujillo, con otro diseño de Justo Gutiérrez, titulado “La Fenice”. Y volví a colaborar en la presentación de la gala de la reina, ya en el Recinto Ferial. Pero el año que nunca olvidaré fue 1981. Aquel año, la Afilarmónica Nifú-Nifá, dirigida por el inolvidable maestro, Enrique González Bethencourt, instituyó su premio “Payasito de Oro” y tuve el honor de recibirlo en aquella primera edición. Cuento con humildad y totalmente agradecido todo esto, solo para poder decir aquello de que “al rey de los pantanos, no le vayan a hablar de charquitos”. Creo que de carnavales y, sobre todo, del espíritu y de la idiosincrasia del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, algo conozco.
Foto de una antigua tarjeta postal turística, con la imagen del Concurso de Rondallas del Carnaval, en la santacrucera Plaza de Toros.