La presidencia de la mesa central fue compartida por la reina del Carnaval, Judit López, flanqueada por el alcalde chicharrero, José Manuel Bermúdez y el presidente de la sociedad, José Alberto Muiños. Ellos dos, luciendo unos disfraces muy vistosos y trabajados. Ella y sus damas de honor de forma chocante, con trajes de calle y solo unas bandas que anunciaban su carnavalero título. Y es que, como ya he manifestado, la “mini-carroza rodante” llamada oficialmente “traje de la reina” no puede entrar casi en ningún sitio normal y solo puede moverse arrastrándose o disponiéndose sobre una plataforma, a su vez remolcada por un coche. Pienso yo que la concejala de fiestas, Gladis de León (que también iba disfrazada) los propios diseñadores de los trajes, o quien proceda en el Organismo Autónomo de Carnaval, deberían contemplar el disponer de unos trajes adecuados para que, cada año y en cada acto que se precise, la reina (Judit López en este caso) y todas sus damas, luzcan un disfraz o vestido claramente carnavalero, para que no desentonen como el sábado pasado, que hasta se notaba que las bellas señoritas que estaban incómodas, con trajes fuera de su contexto y condición
José Alberto Muiños, Judit López y José Manuel Bermúdez (de izda. a dcha.)