ANIMALISTA, PERO BIEN ENTENDIDO

Confieso que toda mi vida me han gustado los animales y recuerdo que desde pequeñito viví casi siempre rodeado de ellos. Ya en mi primer año de vida teníamos en casa dos cabritas que se llamaban “Lucera” y “Primorosa” y que, según me contaban mis padres (yo no lo recuerdo) en su momento dieron leche fresca cada día, que ayudó en mi alimentación infantil. Mi defensa por la causa (bien entendida) de los animales, su defensa y protección, no debe ser objeto de duda por parte de nadie.

FOTO 1.- Antigua de niño y cabras

Antes no era raro contar en las casas con incluso alguna cabrita que diera leche.

UNA LANZA A FAVOR DE LA VERDAD

A riesgo de que algunos me malentiendan y critiquen, voy a romper una lanza por Wolfgang Kiessling, una persona que, siendo joven, allá por los años 60, le dijo a su padre que quería montar un zoológico ejemplar en Tenerife. Su padre, Friedrich Kiessling intentó quitarle la idea de la cabeza, convencido que era una aventura complicada, por no decir que una locura en toda regla y le informó de que “un elefante come 200 kilos de verduras al día y él no tenía dinero para eso”. El joven Wolfgang Kiessling se empeñó en su proyecto y su padre, lo único que le pudo decir y le aconsejó fue que “si vas a montar un zoológico, móntalo de loros y papagayos, que comen poco y viven mucho”. Esa fue la idea inicial, pero allá por el año 1990 el alcalde del Puerto de la Cruz, Félix Real González le pidió que acogiera en su recinto a unos chimpancés, que un fotógrafo estaba maltratando en las calles del Puerto, utilizándolos para que los turistas se sacaran fotos. Ellos fueron los primeros mamíferos que entraron en un parque hasta entonces solo de aves.

FOTO 2.- Chimpancés

Unos chimpancés que un fotógrafo maltrataba fueron los primeros mamíferos de Loro Parque.

UN EJEMPLO DE TENERIFE AL MUNDO

Así empezó a forjarse una empresa y un espacio (creo que cultural, educativo y de ocio) que hoy en día (tras nuestro “padre” Teide) se configura como la segunda atracción más visitada de Tenerife. Con sus virtudes y sus defectos (como todos) hay que reconocer que Wolfgang Kiessling ha hecho realidad en Tenerife un centro modélico como el Loro Parque, que cada año visitan más de un millón personas, que es referencia mundial en su género y que, por encima de polémicas interesadas y en ocasiones mezquinas, está desarrollando una labor muchas veces poco conocida y, seguramente por ello, injustamente criticada. Pero no es menos cierto que el público visitante lo disfruta y lo valora hasta tal punto que la plataforma Trip Advisor lo ha calificado como el zoológico mejor de Europa y el segundo del mundo.

FOTO 3.- Panorámica Loro Parque

Panorámica aérea de las instalaciones del Loro Parque en Puerto de la Cruz (Tenerife)

UN PERSONAJE LLAMADO WOLFGANG

Sé que Wolfgang Kiessling es un personaje muy especial, con una capacidad de trabajo infinita y también con un carácter fuerte, que a veces le traiciona. Pero no es menos cierto que si Wolfgang no hubiera sido tan estricto y riguroso, quizá el Loro Parque, no sería la exitosa realidad que hoy es, con unos 490 puestos de trabajo directos y casi otros tantos indirectos. Últimamente, la dichosa manía de algunos canarios y canarias de poner “pegas” a todo, del no por el no (no sé si por envidias o celos mal entendidos), están amenazando al Loro Parque que, creo, es algo “nuestro”. Algunas denuncias de personas o asociaciones muy respetables, pero me temo que interesadas y no muy bien informadas, ponen en peligro (creo que injustamente) la paz del Loro Parque, la tranquila vida de los animales que allí viven y, de rebote, la seguridad de los puestos de trabajos de muchos buenos profesionales, que allí tienen su empleo en nuestra isla.

FOTO 4.- Wolfgang Kiessling y Christoph

Wolfgang Kiessling (d) junto a su hijo Christoph, vicepresidente de Loro Parque