Este año nuestra guapa reina, Judit López García, ha comentado que su fantasía, denominada “Madame Soleil” y diseñada por el gran Jorge González Santana, «pesaba» casi 200 kilos. Y es que, en verdad, casi todas ellas se «meten» en medio de la «fantasía», apoyan su cintura por la espalda a una estructura semicircular, y sus cuerpos son enganchados y/o atados (como lo leen) con unos cinturones como los de un coche cualquiera o los de seguridad de un avión. Luego, encima, Judit López tenía el tocado soportado sobre su cabeza y unas alas sostenidas sobre sus hombros, a la vez que empujaba con fuerza para, tirando de la estructura con ruedas, mover la «fantasía» por el escenario. Esto que les cuento es aplicable a todas las fantasías y todas las candidatas, incluyendo (en proporciones menores) a las candidatas a Reina Infantil, que este año ganó la simpática Amaia Hernández Perdomo, con la fantasía del diseñador Eduardo Martín Quintero, y también a la Reina de la Tercera Edad, Juana María Dorta, con la fantasía que le diseñó Borja Abreu. O sea, que también las pequeñas y las veteranas suelen ser arrastradoras, empujadoras y soportadoras de sus respectivas fantasías.
Traje de la Reina del Carnaval 2017 “vacío” con el cinturón de “enganche” en el centro.