Día: 23 de julio de 2017

Estoy de acuerdo con tanta gente distinta, que a veces hasta miedo me doy por la confusión que esto me produce. Estoy de acuerdo con el gran arquitecto José Ángel Domínguez Anadón en el sentido de que la historia del dichoso “mamotreto” en un tremendo sinsentido y que, al igual que pasó en su momento con el parking de la Plaza de España (que empezó viéndose y ahora no se ve) el “mamotreto” quedaría “desaparecido” por ir soterrado. Estoy de acuerdo con el abogado y magistrado, ex-fiscal general del Estado y miembro del Consejo de Estado, Eligio Hernández, cuando manifiesta que el “caso mamotreto” es uno de los mayores errores jurídicos y judiciales que ha conocido en su ya dilatada experiencia profesional.

En el estado actual. Es una vergüenza… Pero mucha gente desconoce el proyecto

Estoy de acuerdo con los tres ex-alcaldes aún con vida del ayuntamiento de Santa Cruz, Pedro Doblado, Manuel Hermoso y José Emilio García Gómez, cuando afirman que no hay otra ubicación para los posibles aparcamientos y que lo que se demuela ha de ser reconstruido en el mismo lugar y con casi las mismas características. Estoy de acuerdo con el presidente de la Audiencia Provincial, Joaquín Astor Landete (y dos piedras) cuando afirma que el edificio de aparcamientos conocido como el “mamotreto” es una obra declarada ilegal por los tribunales en sentencia firme, que una edificación ilegal no es patrimonio público y que la sentencias hay que acatarlas y cumplirlas… en tiempo y forma.

Gran plaza de Perrault sin el “mamotreto”, porque “desaparecería”… quedando debajo

Y hasta estoy de acuerdo con el actual alcalde capitalino, José Manuel Bermúdez, cuando a título particular tiene la valentía de afirmar que sí por él fuera, tampoco derribaría el puñetero “mamotreto”. Pero lo cierto y verdad es que el resquicio que da la sentencia en el sentido de que, si el nuevo Plan Especial para Las Teresitas estuviera ya aprobado, se podría legalizar lo que por sentencia hoy no lo está. Y es que ese Plan no se ha podido aprobar (y no precisamente por Bermúdez) ni se aprobará antes de dos o tres años. Por ello el “mamotreto” es ilegal y, para cumplir la sentencia firme que así lo afirma, hay que derribarlo. Y entonces llegamos a la conclusión de que, hoy por hoy, a José Manuel Bermúdez solo se le puede acusar de querer cumplir lo que manda y “le” manda la Ley, o la propia fiscalía iría en contra de él.

En su momento, curiosos muros negros se veían en la Plaza de España…, pero se volvieron “invisibles” cuando la obra quedó terminada.

Por ello el chicharrero alcalde está más que dolido porque entiende que sus ex-compañeros de alcaldía, los mencionados Pedro Doblado, Manuel Hermoso y José Emilio García Gómez, han montado una especie in justa de “conspiración” política contra él, poco menos que acusándole de que la situación está como está, con algunos compañeros políticos ya cumpliendo sentencia, por culpa de su presunta poca acción o, incluso, omisión. Ese pensamiento creo que puede es injusto y mezquino. Por más que me gustaría (al menos a mi) que no se derribara el “mamotreto” (al menos la parte en suelo legalizable) José Bermúdez no puede otra cosa que eso, cumplir con la ley. Y lo hará en septiembre.

José Bermúdez, dolido por lo que entiende es una injusta conspiración contra él.