Menos mal que la inteligencia y sentido común de los máximos responsables de las dos instituciones “carteleras”, José Alberto Díaz como alcalde del Ayuntamiento y Francisco Javier Doblas como Esclavo Mayor de la Esclavitud, les ha llevado a reflexionar y ya hasta reconocer que esta duplicidad de carteles y programas, no puede y no debe seguirse produciendo. Todo apunta a que, si esa inteligencia y esa generosidad se confirma, nada más terminar las fiestas de este año debería conformarse (no a medias, sino como Dios manda) una Comisión Mixta que, desde el próximo mes de octubre (dentro de 27 días) comience a pensar y trabajar en pro de las próximas fiestas del Cristo de 2018. En ella deberían estar, al menos, los representantes del Ayuntamiento, el Obispado, la Esclavitud y la Asociación de Vecinos del Casco. Con la cuchara que cojan, con esa comerán. Y el que avisa, no es traidor.
Entrega del recuerdo institucional del Ayuntamiento al pregonero, José Carlos Marrero.