Día: 4 de febrero de 2018

Creo que el equipo de profesionales del Hospital Universitario de Canarias (HUC), que hoy lidera con total profesionalidad su directora gerente, la Dra. Maria Soledad Pastor Santoveña, está haciéndolo bastante bien, con mucha dedicación y alta responsabilidad, teniendo al Dr. Ricardo Cerrudo como director médico. De igual modo y dentro del mismo HUC, el equipo del Servicio de Urgencias, cuyos profesionales lidera actualmente el Dr. Guillermo Burillo Putze, está trabajando y luchando con esmero ante las adversidades. Pese a ello y a la puñetera gripe y el frio (más aún es estas fechas de cada año) es muy fácil decir que el Servicio de Urgencia está “colapsado” (que posiblemente casi lo está) y quedarse tan fresco. Lo cierto y verdad es que, para más “inri”, lo que sufren los profesionales de Urgencias es un “colapso” del propio HUC.

De izquierda a derecha: José Manuel Baltar Trabazo (consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias), Conrado Domínguez Trujillo (director del Servicio Canario de la Salud – SCS) y la Dra. María Soledad Pastor Santoveña (directora-gerente del Hospital Universitario de Canarias – HUC)

En verdad (es de justicia) no se debería hablar de “colapso” sino de “saturación”, porque lo cierto es que (por suerte) cuando vas a Urgencias, el equipo de Guillermo Burillo siempre te atiende, como mejor sabe y puede. Me he podido enterar y comprobar (por fuentes dignas de todo crédito) que hace un par de semanas, hasta 47 pacientes de nuestro Hospital Universitario de Canarias (casi todas personas mayores) estaban en disposición de ser trasladados a sus casas o a un centro de mayores o de enfermos crónicos, pero se quedaron allí. Si aquel día esos 47 pacientes hubiesen dejado de ocupar sus camas en el HUC, la gerente Marisol Pastor y su director médico, Ricardo Cerrudo le podrían haber “liberado” a Guillermo Burillo 47 camas, cuyos pacientes, en vez de estar “saturando” el Servicio de Urgencias, habrían ido a unas camas en planta.

El Dr. Guillermo Burillo Putze, jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Canarias (HUC) y presidente de la Sociedad Canaria de Medicina de Urgencia.

Mi profesión como periodista y mis añitos de experiencia me sirven para, con los oportunos contactos, ver que en algunos asuntos (sobre todo en Sanidad), hay que ir más allá de lo que en principio se aprecia y parece, para escarbar un poco y poder descubrir “lo que la verdad esconde”. En mis casi 39 años de oficio (y parece que fue ayer) he tenido la oportunidad de conocer a no pocos responsables de la Sanidad en Canarias (incluso cuando todavía mandaba el INSALUD). Por ello debo reconocer que el actual consejero de Sanidad, el matemático y experto en gestión sanitaria, José Manuel Baltar Trabazo, es uno de los más inteligentes y mejor preparados de los que he conocido. Junto a él está actualmente el director del SCS, Conrado Domínguez Trujillo, también experto y buen gestor, que es el que tiene que lidiar con una “cruz” impuesta por la situación económica, el mismísimo sistema canario de Salud, la puñetera política y… la cruda (y muchas veces triste) realidad de la propia sociedad canaria.

Cristina Valido García, actual consejera de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda del Gobierno de Canarias.

Aunque parezca mentira y produzca vergüenza reconocerlo y tristeza decirlo, muchos pacientes que no deberían estar ocupando cama del Servicio Canario de la Salud en el HUC o en el hospital “La Candelaria” (HUNSC), la están ocupando porque no hay centros alternativos, como hospitales de crónicos, porque a la consejería de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda del Gobierno de Canarias, que hoy regenta Cristina Valido García, le faltan centros geriátricos públicos como los que regenta en Tenerife el Instituto de Asistencia Social y Sociosanitaria (IASS), que depende del Cabildo y actualmente gerencia Juana María Reyes Melián (antes directora del SCS).  A esta realidad hay que sumar otra más grave y triste. Incomprensiblemente, en muchos casos se ha perdido el afecto y la responsabilidad de las propias familias de las personas enfermas. Lamentablemente, muchas familias canarias, porque no pueden (o simple y tristemente porque “no quieren”) personas ingresadas (sobre todo mayores) son sencillamente “abandonados” en los grandes hospitales canarios de referencia. Hace poco una ciudadana extranjera de bastante edad y con hemiplejia, sola y aparentemente sin familia, estuvo casi ¡seis meses! ocupando cama en el servicio de Urgencias del HUC, hasta que se le pudo conseguir plaza en un centro de mayores. Sencillamente inaceptable.

Juana María Reyes, actual gerente del Instituto de Asistencia Social y Socio sanitaria (IASS) y, anteriormente, del Servicio Canario de la Salud (SCS)