MIS TRES PILARES… SALUD, VIVIENDA Y EDUCACIÓN

Comienza oficialmente la temporada 2020/2021 en El Cotarro metidos en medio de un complejo escenario que plantea incógnitas por todos lados. La realidad mundial, regional y local, creada por la pandemia del COVID-19, debe hacernos reflexionar a todos nosotros y, sobre todo, hacernos más humildes, más generosos, más comprensivos y más solidarios. Me apetece dejar claro que, para mí, los tres pilares o derechos básicos para que una persona pueda sentirse como tal, e intentar ser al menos un poco feliz, deben ser, por este orden: el derecho a la Salud (que debe ser pública y universal, sin degradar ni condenar la Sanidad Privada), el derecho a la Vivienda (que debe ser digna y nunca «okupada») y el derecho la Educación (que debe ser en libertad y sin adoctrinamientos). A partir de aquí, recuerdo de nuevo la frase de cabecera del lagunero Juan Ríos Tejera, el popular «Juanito Cabeza», querido y respetado por todos, que decía: «No me busquen problemas donde no los hay». Y, donde los haya, tenemos que meterles mano y arreglarlos, lo antes posible y de la mejor manera, con diálogo, inteligencia, trabajo y profesionalidad.

Don Juan Ríos Tejera, el popular, querido, respetado e irrepetible, “Juanito Cabeza”

TRES COTARROS PARA UN SOLO DOMINGO

Dicho lo anterior de entrada, les confieso ahora que El Cotarro yo lo voy enjaretando poco a poco durante la semana, y que remato la faena cada viernes para que se publique el domingo. Esta pasada semana, casi he tenido que borrar y empezar de nuevo cinco veces. Comencé la primera redacción contando que, en los años 80, el americano Herb Schmertz con la colaboración de William Novak, revolucionaron el mundo de la empresa (y la política) con su legendaria obra “El silencio no es rentable”. Este trabajo marcó un punto de inflexión a partir del cual las empresas, los partidos políticos y muchas otras instituciones, empezaron a considerar la transparencia ante los medios de comunicación, y la colaboración con los mismos, como la alternativa más afín a sus intereses y objetivos. Y lo redacté y puse para contarles que mucha gente de la profesión sanitaria está echando pestes y critica cómo esta la Sanidad por dentro, pero que lo hace por lo bajini, como criticones en plan cuchicheo, sin plantarse de verdad y contarlo todo públicamente, dando la cara.

Herbert Schmertz, autor, con William Novak, de “El silencio no es rentable”

EL DURO ESCRITO DE INTERSINDICAL CANARIA

Comencé escribiendo que Intersindical Canaria (IC), la Unión General de Trabajadores (UGT), Comisiones Obreras (CCOO), el Sindicato de Enfermería (SATSE), el Colegio Oficial de Médicos de Santa Cruz de Tenerife (COMTF), o el Colegio Oficial de Enfermería, y hasta los comités de empresa de los distintos hospitales, todos han estado y están mayoritariamente callados como tusos… Y no iba (ni voy) muy descaminado, pero lo cierto y verdad es que, en medio de mi crítica, denunciando que eran (y son) culpables por omisión, a la vista de su silencio cómplice, va y llega (el día 1) un comunicado (el segundo en unos meses, es verdad) de la sección de Intersindical Canaria en el Hospital Universitario de Canarias (HUC), donde está como líder el puntal Abel Ramos Negrín. Un comunicado durísimo, directo y demoledor, titulado, textualmente: “Tras un año de gestión, DE MAL EN PEOR la situación laboral y asistencial en el HUC”, poniendo en él cinco fotografías y subtitulando “Si la inoperante Dirección no está de acuerdo con la ofensiva contra el HUC, lo más honesto es que dimita”. (Lo pueden encontrar en Internet y Facebook)

Afiliados y simpatizantes de Intersindical Canaria, manifestándose en el HUC

RELEVO DE ALBERTO PAZOS POR CONRADO DGUEZ.

Entonces comencé una segunda redacción apuntando que el presidente canario, Ángel Víctor Torres(PSOE), y su consejero del ramo, Blas Trujillo Oramas, tenían una «papa caliente» a la que tenían que hacerle frente de forma urgente y que, de los tres temas absolutamente urgentes: Sanidad, Turismo/Economía y Educación, el primero a tratar era tranquilizar las aguas en Sanidad y, definitivamente, plantarle cara a la crisis del COVID-19 con profesionalidad y rigor. Y cuando estaba en ello, salta la noticia del posible relevo de Alberto Pazos como director del Servicio Canario de la Salud (SCS) para volver a poner al frente del mismo a Conrado Domínguez Trujillo. Y me vuelven a fastidiar lo redactado y retomo una tercera redacción, para manifestar que, de forma inteligente y valiente, Ángel Víctor y Blas han querido «meter mano» al problema nada más comenzar este nuevo «curso político». Me refiero al hecho de rectificar (que es de sabios) y volver a recuperar a Conrado Domínguez y nombrarlo, de nuevo, director del SCS

Blas Trujillo (i), consejero de Sanidad, y Ángel Víctor Torres, presidente de Canarias.