EL ALCALDE OPTÓ POR LA FELICIDAD

Pero hete aquí que José Alberto Díaz había quedado con el compromiso de casar a unos novios ese día a las 13:00 horas y, tras haber hecho esperar más el alcalde al novio, que su propia novia, José Alberto decidió ausentarse del Pleno para ir al casorio y ejercer de “cura”, sabedor que podría perder la votación en alguna moción de Unidos Se Puede, con el voto de Teresa Berástegui (C’s) a la que llaman ya “la ciudadana podemita”. Hay que recordar que, aunque siguen siendo concejales y tienen la obligación y el deber de asistir a los plenos, los socialistas Javier Abreu y Yeray Rodríguez no estaban y brillaban por su ausencia. Así las cosas, los novios fueron, tarde pero debidamente casados, mientras, paralela y simultáneamente, el alcalde lagunero (y Coalición Canaria) perdían la votación en un punto del Pleno (al parecer intranscendente para el alcalde). Y es que, por lo que se ve (y se agradece) para José Alberto Díaz, la atención y la felicidad de las vecinas y vecinos de La Laguna vale más que el hecho de perder una puntual votación en el pleno del ayuntamiento. Y los nuevos esposos se fueron felices y comieron perdices.

Bnn_Careca

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