Últimamente y lamentablemente, estoy teniendo que ir demasiado a menudo a algún tanatorio. Eso quiere decir, entre otras cosas, que uno se va haciendo mayor. Aparte de dar el pésame y acompañar un rato a los familiares y amigos de la persona fallecida (Q.e.p.d.), durante el velatorio o el sepelio, no me negarán que se suelen entablar conversaciones de lo más variadas con las personas más dispares. Hace unos días coincidí en un velatorio con el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo Batlle; el alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz Domínguez; con el presidente de la Asociación de Ganaderos de Tenerife, Pedro Molina Ramos; y el vicepresidente del C.B. Canarias, Santiago Cacho Peña. En un aparte se desarrolló una interesante conversación en la que, como no podía ser de otra manera, saltó el tema de la ya cansina situación de la larga crisis y posible ruptura (o no) del pacto regional para gobernar canarias.
Fernando Clavijo (i) Pedro Molina (c) y Santiago Cacho, de palique antes de un arrastre canario.