Me enteré antes de ayer pero, hace ahora un par de semanitas y en una aula de la vaticana Universidad Pontificia Gregoriana, en Roma, que nuestro paisano y gran sacerdote de la diócesis de Tenerife, Jesús Manuel Adonai Gil Agüín, defendió públicamente y de forma brillante (con la máxima calificación “Cum Laude”) la tesis doctoral en Derecho Canónico titulada: «El defecto o la falta de libertad interna (canon 1095, 2º) a la luz de la doctrina actual y de la jurisprudencia canónica española en el tribunal eclesiástico de la diócesis de Tenerife (España), entre los años 2000-2011». El tribunal estuvo compuesto por el presidente y decano de la Facultad, Yugi Sugawara, y los profesores Janusz Piotr Kowal (director de la tesis) y Marcelo Gidi (censor). Asistieron el vicerrector del Pontificio Colegio Español de San José, en Roma, algunos colegiales, la madre del doctorando y otros familiares y amigos españoles y romanos. Jesús Agüín (como le conocen todos) forma parte de la vicaría de Justicia de la Diócesis Nivariense (notario, juez, promotor de Justicia y defensor del Vínculo) y es actualmente profesor del ISTIC, vice arcipreste de La Laguna y, sobre todo, cura-párroco de la parroquia de Las Mercedes, donde sus feligreses le felicitan, están encantados con él y donde está desarrollando una labor pastoral y social digna de mención. Creencias y “practicancias” aparte, soy de los que pienso y digo que siempre hay que alegrarse del triunfo de lo nuestro y “los nuestros”. ¿O no?
Janusz P. Kowal, Jesús Gil Agüín, Yugi Sugawara y Marcelo Gidi, de Izda. a Dcha.