Creo que todos tenemos que comprender que ni José Alberto Díaz, ni autoridad alguna en el pueblo o ciudad que sea, podrían pedirle a los artistas y grupos que van a actuar en un acto cultural o en una fiesta el pasar por la denostada y macabra censura previa. No le vamos a pedir previamente las letras de sus canciones a Los Sabandeños o la Parranda de Cantadores, ni el guion de sus chistes a Manolo Vieira, ni revisar el argumento de su montaje a Abubukaka. A mí, personalmente, no me gusta mezclar la fe y utilizar la creencia y nuestros cultos para hacer críticas y/o sátira, con más o menos humor. Sencillamente, porque, solo ante la posibilidad de herir sensibilidades o de incurrir en una posible falta de respeto (bien o mal entendida), lo estimo absolutamente innecesario. Pero respeto a todos, como quiero que me respeten.
Los Sabandeños en plena actuación, siempre, obviamente, SIN censura previa.