Para hacer honor a ese concepto de “ciudad de paz” y actualmente “ciudad de convivencia”, La Laguna ha dado un ejemplo de inteligencia y tolerancia de la mano de su alcalde, José Alberto Díaz, el esclavo mayor de la Esclavitud, Francisco José Doblas, y los componentes de la compañía Abubukaka, Amanhuy Calayanes, Víctor Hubara, Diego Lupiañez y Carlos Pedrós. El alcalde, con una actitud positiva y talante dialogante, con una sensibilidad y respeto hacia todas las partes y puntos de vista, con una inteligencia y una “mano izquierda” que le honra, ha logrado que se imponga la cordura, la generosidad, el respeto y la tolerancia, por las distintas partes, y que, en definitiva, haya paz y triunfe la convivencia. Por cierto: soy esclavo del Cristo (a mucha honra), estoy seguro de que la Esclavitud no es una secta (como ha afirmado alguien) y, por estar en ella, no me considero ni ultra-católico, ni radical.
Dos conciliadores: Francisco J. Doblas González de Aledo (i) y José Alberto Díaz.