Me estoy cansando de que algunas personas poco presentables (todas ellas con curiosas trayectorias profesionales y techos de cristal) intenten transmitir que soy yo “el malo de la película” en lo que a la gastronomía en Tenerife se refiere. Seguramente, el chef Andrea Bernardi y su compañera y pastelera Fernanda Fernandez, co-propietarios del restaurante Nub, se merezcan una estrella Michelin. No he sido yo y no seré nunca el que diga lo contrario. Otros muchos hablan por detrás y dicen por lo bajini lo que no se atreven a manifestar públicamente y a las claras. Lo que yo sí digo, porque es público y notorio, y porque me lo reconoció la propia Fer Fernández, un día antes del otorgamiento de su merecida estrella Michelin, es que su restaurante no tenía licencia de apertura y que ya habían visto un par de establecimientos para mudarse en breve tiempo.
Fernanda Fernández (i) y Andrea Bernardi, “alma mater” y “alma páter”, respectivamente, del restaurante NUB (1 estrella Michelin).