Esta misma noche, si Dios quiere, vendrá un importado anciano llamado Papá Noël, para traernos lo que, según dice todo el mundo, será “un detallito”. Y dentro de unos quince días, Dios mediante, serán “nuestros” tradicionales Reyes Magos los que volverán a las islas para traernos, por lo menos, ilusión. Pero las islas han recibido un regalo adelantado, gracias Wolfgang Kiessling, un empresario tinerfeño con mentalidad regional y su hijo, Christian Kiessling, que han puesto su primera “pica” en Gran Canaria”. El impresionante acuario denominado “Poema del Mar” ya es una feliz realidad que, el mismísimo día de su inauguración, nos dejó simpáticas anécdotas y curiosas imágenes.
Wolfgang Kiessling y su esposa Brigitte, en una de las peceras del “Poema del Mar”