SIN TRADICIONES… APAGA Y VÁMONOS

Lo he dicho mil veces y lo repito este último día del año 2017: como perdamos nuestras tradiciones (sobre todo en Navidad) apaga y vámonos. Debo reconocer que muchos pueblos de nuestras islas trabajan y se desviven para que se conserven y mantengan. Nuestra querida isla de La Palma, con la tradición de “Los Divinos” es un ejemplo de ello. En las islas capitalinas (sobre todo en las dos co-capitales) mantener ciertas tradiciones es aún más complicado. Por suerte en La Laguna y más concretamente en su casco histórico, declarado “Bien Cultural Patrimonio de la Humanidad” por la Unesco, se conserva gracias a la semillita sembrada en su día, hace ahora más de medio siglo, por el querido Hermano Ramón Padilla, en el originario colegio Nava-La Salle, que este año, precisamente, acaba de concluir la celebración de su primer centenario y que, según he podido saber por parte Carlos Alonso Rodríguez, presidente del Cabildo de Tenerife, a lo largo del año 2018 que esta noche estrenaremos, le será concedida la Medalla de Oro de la Isla.

Estatua en bronce del Hermano Ramón, promovida por la Tertulia “Primer Viernes”, realizada por el escultor Fernando Garciarramos y hecha realidad por suscripción popular, que se encuentra en la lagunera calle Viana, junto al ayuntamiento.

 

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