Con lo importante y necesaria que es una buena televisión pública en Canarias, como elemento de unión y cohesión, cada vez entiendo menos a nuestro Parlamento de Canarias o, mejor dicho, a los políticos (de una y otra ideología y de uno u otro partido) y les auguro que, de seguir así, van todos ellos directos al trompetazo. Dado que la solución pasa por el Parlamento, Carolina Dárias y sus 59 compañeros de la cámara deben solventar la “negra” situación. Y el presidente Fernando Clavijo ponerse en su sitio, abrir más los ojos (y los oídos) para tener otros puntos de vista y escuchar otros planteamientos. La tele canaria, repito, es necesaria más que nunca y hay que lograr que sea más popular, querida y respetada. Fernando, Carolina, Román, Asier y el resto de la clase política deben también recordar que todos ellos pasarán, y que otros vendrán y se quedarán.
Santiago Negrín volverá con la cabeza muy alta a la radio… o a donde él quiera.