Ya siendo profesional del periodismo y gracias al querido y recordado Pedro Molina Ramos, pude conocer el apasionante mundo de la Ganadería en Canarias y entrar en el corazón del respetuoso deporte del Arrastre Canario con ganado. Y por ello digo y mantengo que nadie quiere y cuida más a los animales que la buena gente de la Ganadería. Pero, dicho todo lo anterior, antes que los animales, siempre ha estado y debe seguir estando (también me lo decía Pedro Molina) la atención, el respeto y el cuidado de las personas en general, y de la infancia y las personas mayores, en particular. Por eso, yo también tengo derecho a considerarme animalista, pero, antes y por encima de ello, humanista y defensor de la condición humana y las personas en toda su extensión.
Pedro Molina Ramos, ejemplo de un animalista de verdad y de los buenos.