Se trata de una cuidada propuesta que ayudará a recuperar una figura esbelta y el tono muscular, además de la vitalidad y la energía que proporcionaran el bienestar y el equilibrio de cuerpo y mente. El propio Wolfgang Kiessling confesó que al menos una vez al año intenta bajar “esos kilitos de más”, que no le gusta hacer cinta ni bicicleta estática y que ha sufrido las dietas radicales de algunos centros que denominó de forma simpática como “manicomios para adelgazar”. Con el proyecto que propone en el Botánico a partir del día 1 de junio, afirma que en tan solo una semana se pueden bajar hasta 5 o 7 kilitos, degustando los platos elaborados por el gran equipo de cocina del Botánico con la filosofía del chef Patrick Jarno.
El equipo de cocina del Hotel Botánico, junto con Wolfang Kiessling (c), el chef Patrick Jarno a su derecha y la directora del Spa del Botánico, a su izquierda.