Me cuenta su hija Adriana que, llegada su jubilación, Guillermo Faverio quiso tener un detalle de despedida con sus clientes, y se ha pasado repartiendo entre ellos una pequeña obra de arte: un texto donde muestra sus mejores deseos para el futuro, eso sí, siempre relacionado con el vino tanto en las palabras como en unas acuarelas para dar un toque “artístico”. El pasado 31 de diciembre llegó su merecida jubilación y Guillermo salió a despedirse de sus clientes de manera inusual: vestido de escocés con un “kilt” muy elegante hecho a mano. Decidió hacerlo su último día para, aunque parezca mentira, vencer sus propios miedos a la exposición pública. Y para rendir homenaje a unos ancestros escoceses dándole un toque de humor entre Benny Hill y Monty Python. Sin olvidar estos años, en concreto es este último mes donde sus clientes han reído y llorado a partes iguales con sus ocurrencias. Feliz jubilación y larga vida para Guillermo Faverio con salud.
Guillermo Faverio James, vestido de riguroso escocés, para despedirse de sus clientes y amigos
Gran persona. Le deseo lo mejor en esta etapa de la vida que empieza.