Tras unos escarceos profesionales en el mundo turístico del Puerto de la Cruz, el empresario Carlos Cobiellale fichó inicialmente en una compañía de Seguros de Vida. Luego le animó para, desde su empresa Dialte, pasarse al mundo de la alimentación y bebidas, allá por el año 1990, donde al fin pudo aunar su pasión culinaria en los fogones de su casa con su día a día en el trabajo. Desde entonces y gracias a Dialte, Guillermo Faverio James ha conocido otros tantos lugares dispersos en la geografía europea; bodegas, fábricas, mercados y sus gentes. Así, compartiendo experiencias y conocimientos, ha tenido un plus que le ha permitido crecer tanto en lo personal y en familia, como en lo profesional con sus clientes, objeto de todo su esfuerzo diario.
Detalle que Guillermo ha repartido con una “vinícola” acuarela entre sus clientes.