El diccionario de la Real Academia Española (RAE) dice que “hipócrita es quien actúa con hipocresía”, o sea, “con fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan”. También dice la RAE que “cinismo es desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables”, y afirma que “cínica es una persona que actúa con falsedad o desvergüenza descaradas”. Antes, durante y después de la pasada investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno del Reino de España, creo que mucha gente de estas islas, mayoritariamente políticos, han actuado con hipocresía y con cinismo a partes iguales. Y, por cierto, no lo digo por Ana María Oramas González-Moro, quien ha sido una desinquieta desobediente, eso sí, pero por motivos que más pronto que tarde se sabrán.
Pedro Sánchez (PSOE) junto a Ana María Oramas (CC)