Hasta cinco ministerios tienen que ver directa o indirectamente con la solución de esta problemática. La ciudadanía de Canarias está absolutamente indignada y triste, más allá de las ideologías y por encima de los partidos políticos. Porque fuimos emigrantes, comprendemos el fenómeno de la inmigración y a solidaridad no nos gana nadie. El impresentable ministro Fernando Grande-Marlaska y la comisaria europea de Interior, Ilva Johanson, no pueden plantarse aquí para decirnos finalmente que no se van a derivar inmigrantes hacia la Península, y que, solo nosotros, los canarios, tendremos que tragarnos esta realidad y su problemática. Nuestra tierra puede convertirse en Lampedusa 2, echando por tierra nuestra trabajada realidad como “mejor destino turístico de Europa” y uno de los mejores del mundo, que ahora, además, es muy seguro. Y pregunto yo, si de verdad somos España y somos Europa, ¿dónde carajo quedó la tan jaleada solidaridad interterritorial y la ayuda mutua?
Fernando Grande-Marlaska, acompañado de la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, cuando se acercaron al Muelle de Arguineguín el pasado 6 de noviembre.