♦ Y ya puesto a contar verdades, reconozcan que Antonio María Hernández Hernández, conocido, querido y recordado por todos como el padre Antonio, les sacó y aún les sigue “sacando las castañas” de aquella manera… Sean sinceros y reconozcan que ningún responsable político, ni Inés Rojas De león, consejera de Políticas Sociales en el Gobierno de Canarias, ni Aurelio Abreu Expósito consejero de Bienestar y Dependencia en el Cabildo de Tenerife, ni la alcaldesa Sandra Rodríguez en el ayuntamiento del Puerto de la Cruz, mandan ni piensan mandar una inspección… Lógico… Tendrían que cerrar Santa Rita o desalojar a la mitad de las personas mayores allí residentes, porque el centro fue diseñado, proyectado y construido para unas 400 personas y, si me apuran, puede haber casi 800… Menos mal que otro que “está arriba” es el propio santo padre Antonio y pone cada día su mano para que en el Hogar Santa Rita no entre una salmonella o haya una desgracia mayor (como ya la hubo en Santa Rita I en forma de incendio)…
El padre Antonio María Hernández, que “sigue poniendo su mano” desde arriba