En el vídeo no se habla de ninguna policía en concreto, aunque al principio del mismo me solidarizo con nuestra Policía Nacional y con los Mossos D’esquadra catalanes, que, últimamente y por culpa del rapero Pablo Hasél, han tenido que lidiar con el “marrón” y finalmente enfrentarse con unos energúmenos que, en mi “molesta” opinión, han confundido, tanto el sagrado concepto de “libertad de expresión”, como el constitucional “derecho de manifestación”. Mi vídeo-comentario, sin señalar a nadie en concreto, iba dirigido a unas personas muy concretas, a tan solo unos pocos “garbanzos negros” que, parapetándose en un escudo y un uniforme policial, abusan de su condición de Policía y, en su caso, confunden el concepto de “autoridad” y la “chafan” deteriorando el buen nombre del cuerpo policial al que pertenecen. Por ellos, solo por estos pocos le puse al vídeo el título de “Por una Policía que se gane el respeto”. A ver si alguno de esos pocos, se da por aludido y se corrige.

Efectivos del Cuerpo de Mossos D’escuadra, la policía autonómica de Cataluña.

Quizá no me explique bien cuando hablé de gafas Rayban, brazos tatuados o músculos exagerados en camisas requintadas, elementos que en algunos casos (resalto lo de “algunos”) distinguen al mal policía que basa su autoridad en la chulería (con perdón), en el avasallamiento, en el ordeno y mando porque sí, o en el cállese que aquí la autoridad soy yo. Creo y lo repito, muchos entendieron perfectamente a quiénes me refería y lo que quise plasmar en el vídeo. Y creo, repito, que algunos (quizá porque quién se pica es porque ajos come) no lo entendió bien, o no lo quiso entender, o no le interesa entenderlo. La mejor Policía (con mayúscula) la mejor formada y la más profesional, suele ser siempre la más educada, la más servicial y, por tanto, la más reconocida, la más valorada y, por supuesto, la más querida. El lema que está grabado en la Escuela Nacional de Policía ubicada en Ávila, reza “En este lugar se alumbra la luz que ha de ser mañana el estilo policial: servicio, dignidad, entrega, lealtad”. Apuesto por una Policía que se gane el respeto y animo a los buenos policías, que son la inmensa mayoría, para que “cortocircuiten” a los pocos «garbanzos negros», enseñándoles cómo se debe actuar educadamente y con profesionalidad.

Gustavo Armas, de quien depende la Policía Autonómica, está haciendo una gran labor como director general de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias.

Y para que quede meridianamente claro, sepan que lo de llevar gafas Rayban, lucir tatuajes o exhibir musculatura es lo de menos. Lo importante es la educación, la formación y la profesionalidad. Lo demás les vendrá por añadidura. En cualquier caso, celebro y agradezco que se haya interesado por el comentario mi respetado amigo Gustavo Armas Gómez, hoy director general de Seguridad del Gobierno de Canarias y que, de igual modo, lo haya entendido en su justa medida Luis Santos Jara, actual jefe del Cuerpo General de la Policía Canaria (nuestra policía autonómica) quien me ha escrito textualmente: “Permítame informarle que la Policía Autonómica es la única que tiene prohibido los tatuajes, y que en las próximas pruebas de ingreso que se celebrarán el día 6, si Dios quiere, hay una prueba de idioma eliminatorio (somos la única que tiene prueba de idioma eliminatorio). Nuestro objetivo es que antes de 8 años todos los funcionarios dominen un idioma aparte del castellano. Agradezco la información y, sinceramente, les felicito públicamente.

Luis Santos Jara, actual jefe de Cuerpo General de la Policía Canaria (CGPC)

Zanjo el tema recomendando humildemente que, en la Academia Canaria de Policía y desde las distintas concejalías de Seguridad y Tráfico de cada uno de los municipios canarios, se apueste por la formación integral de los profesionales que integran nuestras Policías (tanto la autonómica como las locales) y que su mejor formación se base en la educación integral del profesional, sin olvidar la imprescindible “capacidad de diálogo” y la necesaria “mano izquierda”. El director de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Los Realejos, el puntal José Marrón Herrera, sabe mucho de esto y los frutos de su gestión se notan en la manera de ser y actuar de la policía local realejera. Por cierto: Pepe Marrón y algunos más que yo me sé, son firmes defensores de la coordinación total de las policías canarias, hasta el punto de que, en un posible futuro, la suma total de las policías locales o municipales de cada isla, podrían conformar una única policía autonómica. Claro que, para ello, habría que cambiar alguna que otra ley y muchos alcaldes (sobre todo los capitalinos y algunos más) no están por la labor, porque les chifla tener un cuerpo policial a su mando (por pequeñito que sea) que le rinda honores y cuyos miembros les saluden y den novedades. En cualquier caso y en todo momento, mi respaldo y apoyo a la buena y profesional Policía.

Efectivos de la Policía Local de uno cualquiera de los municipios de nuestras islas