SEPARACIÓN ENTRE INSTITUCIONES Y PARTIDOS

Creo que el modelo de futuro, para todos los partidos (repito lo de “todos”) debería pasar por la separación de los cargos públicos institucionales, democráticamente elegidos, con los internos en cada una de las formaciones, partidos y coaliciones políticas. Cada vez más estoy de acuerdo con el modelo del Partido Nacionalista Vasco (PNV) en el que sus máximos cargos elegidos para las distintas corporaciones públicas, tienen obligatoriamente y por su reglamento interno, que separarse de los cargos dentro del propio Partido….Véase el ejemplo de Andoni Ortuzar (presidente del PNV) y a su lado Íñigo Urkullu (Lehendakari vasco) juntos, pero cada uno en su sitio…. Es, sin duda, otro modelo de entender y hacer política de cara al futuro, que debería analizarse más pronto que tarde y aprovecharnos de la veteranía y experiencia de éxito de los otros. Cada vez más la ciudadanía quiere dedicación plena y casi exclusiva, del político que ha votado al cargo público que democráticamente ha ganado.

Andoni Ortuzar (i), presidente del PNV, junto a Íñigo Urkullu, lehendakari vasco

JUNTOS, PERO NO REVUELTOS Y SIEMPRE SUMANDO

Se supone que un sencillo alcalde como Paco Linares, no tiene tiempo, ni puede, ni debe dedicarse a mucho más que a su municipio… Y mucho menos Jose Bermúdez, como alcalde de una gran ciudad, capital de provincia y co-capital regional. Como, de igual modo (reitero que hay que fijarse en el modelo del País Vasco) un presidente del Gobierno regional como Ángel Víctor Torres, o su vicepresidente, Román Rodríguez, no pueden tener tiempo para ocuparse del cargo, comparecer en el Parlamento, atender a sus responsabilidades de gobierno, asistir a los actos institucionales propios del cargo y, además, ocupar cargos en su propio partido. Todo eso sin olvidar, además, que debe tener tiempo para vivir su “propia” vida, tiempo para sí mismo (descansar, hacer deporte…) , para su vida en pareja (si la tiene), para su familia y sus hijos (si es el caso) y también para sus amigos (un vaso de vino y un envite de vez en cuando, por ejemplo, no viene mal) y descansar, claro, para poder rendir como se les exige. Eso implicaría, en el caso de Fernando Clavijo, por ejemplo, que siendo senador o quizá de nuevo candidato a la Presidencia del Gobierno canario, no tendría tiempo material para atender y rendir debidamente como secretario de todo el partido. No busquen problemas. Quien me quiere entender, me entiende.

El vicepresidente canario, Román Rodríguez (i) junto al presidente, Ángel Víctor Torres

INTELIGENTE SEPARACIÓN EN BENEFICIO DE TODOS

¿Por qué se empeñan los mismos (pasa en todos los partidos, repito) en hacer “dobletes”, en ocupar cargos en las corporaciones (a veces en dos) y a la vez en su formación política, en no dejar que gente joven (o no tan jóvenes pero nuevos en Política) vayan entrando, creciendo, preparándose y, con ello, enriqueciendo a los distintos partidos? Uno de los últimos y sonados dobletes fue el de la exalcaldesa Patricia Hernández (PSOE) que dejó el ayuntamiento y sigue como diputada en el Parlamento canario. Digo todo esto porque me consta que, en el interior, en el seno de muchos de los partidos que hoy actúan y hasta gobiernan en Canarias, la realidad vital y la actividad interna (cuando existe) es mínima, cuando no penosa. Lo que pasa es que entre “piques”, desencantos, abandonos, y un largo etcétera, la verdadera y cruda realidad no trasciende a la luz pública. Y últimamente (con honrosas excepciones) en el momento de hacer listas, se apuntan los mediocres, los que no tienen nada que perder y mucho que ganar. Y así les va a los distintos gobiernos y, al final, lo sufre toda la ciudadanía.

Patricia Hernández, ex alcaldesa, que sigue como diputada en el Parlamento.

PRIMERA PORRA DE CARA A LAS LOCALES DE 2023

Dicho todo lo anterior, les recuerdo mi manía de ir haciendo “porras”, vaticinios y predicciones varias, normalmente en medio de alguna comida y siempre en servilletas, que colecciono y guardo con cariño de unas a otras elecciones. Por ello me atrevo a pronosticar desde ahora que, al margen de lo que pueda pasar en los congresos de Coalición Canaria y tras dos etapas al frente de la alcaldía de la capital tinerfeña, José Manuel Bermúdez será con casi total seguridad, el candidato de CC a la presidencia del Cabildo de Tenerife, sin necesidad de ser, obligatoriamente secretario insular de su partido en esta isla. Y que muchas cosas similares pasarán no solo en Coalición sino también en los restantes partidos. No lo duden. No queda otra. Y, si no, tiempo al tiempo. Otra porra, pero que aún no se sustancia en nombres y apellidos, es la que afectaría a las elecciones generales, que hay quien dice que podrían adelantarse al 2022. En ellas, la cuestión está en aventurar qué partidos de los que se presentan en Canarias conseguirían (o no) tener representación en el Congreso en Madrid y con cuántos escaños. Otra vez, quien me entiende, me entiende.

José Manuel Bermúdez estuvo muchos años en el Cabildo tinerfeño, del que fue vicepresidente, así como consejero de Turismo y también de Deportes.