Quizá no me explique bien cuando hablé de gafas Rayban, brazos tatuados o músculos exagerados en camisas requintadas, elementos que en algunos casos (resalto lo de “algunos”) distinguen al mal policía que basa su autoridad en la chulería (con perdón), en el avasallamiento, en el ordeno y mando porque sí, o en el cállese que aquí la autoridad soy yo. Creo y lo repito, muchos entendieron perfectamente a quiénes me refería y lo que quise plasmar en el vídeo. Y creo, repito, que algunos (quizá porque quién se pica es porque ajos come) no lo entendió bien, o no lo quiso entender, o no le interesa entenderlo. La mejor Policía (con mayúscula) la mejor formada y la más profesional, suele ser siempre la más educada, la más servicial y, por tanto, la más reconocida, la más valorada y, por supuesto, la más querida. El lema que está grabado en la Escuela Nacional de Policía ubicada en Ávila, reza “En este lugar se alumbra la luz que ha de ser mañana el estilo policial: servicio, dignidad, entrega, lealtad”. Apuesto por una Policía que se gane el respeto y animo a los buenos policías, que son la inmensa mayoría, para que “cortocircuiten” a los pocos «garbanzos negros», enseñándoles cómo se debe actuar educadamente y con profesionalidad.
Gustavo Armas, de quien depende la Policía Autonómica, está haciendo una gran labor como director general de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias.