ALMA MATER DE LA COFRADÍA DEL LIGNUM CRUCIS

Por su parte, Doña Lola, además de buena madre y gran cocinera, ha sido desde siempre el “alma máter” de la cofradía de Lignum Crucis y Nuestra Señora de la Piedad. Durante muchos años, en vísperas de cada Semana Santa, fue Doña Lola quien se ocupaba personalmente de repasar, planchar y dejar en perfecto estado casi todos los hábitos de la singular cofradía lagunera. Y cada día 3 de mayo “Día de la Cruz” arreglaba y sigue arreglando, acompañando a su hijo José Luis “Garabote” (y recordando a su marido y a toda la Familia Garabote) la antigua “Cruz de los Herreros” en la capilla ubicada en la calle Quintín Benito. Por amar y mantener tantas tradiciones laguneras, el viernes la Asociación de Vecinos del Casco de La Laguna, con su presidente al frente, Pablo Reyes Núñez, se acercaron a su casa y, desde fuera y con mascarilla, la felicitaron y regalaron tremendo ramo de flores.

Montaje hecho por José Ángel Salas, puntal de la cofradía del Lignum Crucis, como homenaje a Doña Lola. En ella se ve a su hijo, José Luis “Garabote” (2º por la Izda.)

LARGA VIDA CON SALUD Y FIEL A LAS TRADICIONES

Con el reconocimiento a otras muchas mujeres tinerfeñas y canarias, que han cumplido y sobrepasado un siglo de vida, hoy da mucha alegría comprobar que Lola ha cumplido 100 años más contenta que unas pascuas y, a pesar de su edad y de algún achaque de San Juan a Corpus, sigue estando como una rosa y al pie del cañón, cocinando truchas, torrijas y uno de los mejores conejos en salmorejo que conozco. Además,Doña Lola, que ha sido madre de 6 hijos, tiene 11 nietos y 10 bisnietos, siendo precisamente el último de ellos, el mejor regalo de su centenario cumpleaños, pues nació ayer mismo, nada más terminar el cumpleaños de doña Lola. Ha sido un varón, se llamará Gerard y será el primer “Garabote catalán”. Tanto la criatura como su madre están perfectamente. Felicidades los padres y abuelos de Gerard, al bueno de José Luis “Garabote”, por su dedicación a su madre, y, por supuesto, a la centenaria y venerada bisabuela, DoñaLola, deseando que Dios le dé aún más años de vida con salud, y que todos la veamos. Amén.

Parte de la Directiva de la Asociación de Vecinos del Casco Histórico de La Laguna, con su presidente, Pablo Reyes (d) después de entregar el ramo de flores a Dña. Lola

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PONER A ÁNGEL VÍCTOR EN UNA ENCRUCIJADA

He dicho no pocas veces que el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres (PSOE), lo ha estado haciendo moderadamente bien, y en algunos momentos más que bien, si tenemos en cuenta y consideramos todos los contratiempos, catástrofes y problemas, que Ángel Víctor ha tenido que ir afrontando y “toreando” desde que llegó a la Presidencia, incluyendo incendios forestales, tormentas, la tremenda pandemia y, ahora, el repunte del fenómeno de la inmigración. Pero, sabiendo que es socialista y que tiene lealtad al “jefe” Pedro Sánchez y obediencia debida, hay que decir también que, de esto último, será hasta cierto punto. Como he dicho también aquí, no se sabe si Jesucristo dijo lo de “hermanos, sí; pero primos, no”y, en el caso de la inmigración, dicho sea con todo respeto y desde la comprensión y solidaridad que Canarias tiene ya más que demostrada, hay que recordarle a Pedro Sánchez y a algunos más que, de primos, nada.

Ángel Víctor Torres (i) con Pedro Sánchez, mano a mano… en otros lejanos tiempos.

REVIRARSE O HACER UN TREMENDO RIDÍCULO

Todos los partidos en Canarias, incluyendo al propio PSOE (aunque solo lo digan por lo bajini y de puertas adentro) están hasta los mismísimos “timbales” del ninguneo y la tremenda tomadura de pelo que, de Cádiz para arriba, están cometiendo con las Islas Canarias y su buena gente, sin darse cuenta de que, efectivamente nuestra gente es buena… pero no tonta. El propio Ángel Víctor Torres, harto ya de sentirse ninguneado y puesto a los pies de los caballos, ha manifestado “con absoluta contundencia”dirigiéndose al Gobierno del Estado, que “tiene que actuar de otro modo con respecto a la inmigración”para terminar avisando que los canarios “nos vamos a revirar sin ninguna duda”. Pero lo cierto es que, en base a esa lealtad (quizá mal entendida) y supongo que también al principio de obediencia debida (hasta cierto punto) Ángel Víctor Torres y muchos responsables socialistas están haciendo por dentro de tripas corazón y por fuera el ridículo más impresentable, porque están poniendo en entredicho su dignidad y, lo que es más importante, la dignidad de Canarias y la de su buena y solidaria gente.

En vez de regalarle un timplillo a Pedro Sánchez (d) en presencia de Carolina Darias (i), Ángel Víctor Torres debería “regalarle” unos cuantos “centros de inmigrantes”