Me cuentan que «le gusta mandar» pero sus subordinado dicen de ella que «ojalá todos los jefes supieran mandar como ella, siendo seria y rigurosa pero al mismo tiempo haciéndose querer y respetar». Ella misma presume cuando manifiesta que «mis empleados me quieren»… Me comentan que a Rosa le habría gustado seguir estudiando alguna carrera (cosa que igual podrá hacer ahora y cocinar arroz con leche, su receta favorita) pero había que trabajar y llevar dinerito a casa. Hoy nadie duda que Rosa Guillén no ha hecho una carrera, pero sí un ejemplar «carrerón» durante casi 43 años en El Corte Inglés donde ha dado clase en cursos de formación, instruyendo (en Canarias y en la Península) a muchos nuevos trabajadores de la firma. Este bisiesto y especial 29 de febrero, cuando por la noche Rosa cuelgue su uniforme, el supermercado de El Corte Inglés de Tres de Mayo quedará un poco huérfano. Pero seguro que los muchos clientes que la apreciamos no olvidaremos su figura corriendo de allá para acá como una jiribilla, siempre amable, diligente y servicial, eficiente hasta la última jornada de trabajo. Todo un ejemplo para las nuevas generaciones.
Rosa Guillén Santana, todo un ejemplo para los jóvenes de generaciones futuras