Día: 16 de diciembre de 2018

Me comenta Teresa Queipo que ha nacido una gran cerveza de 7 grados, en una producción de sólo 3.000 botellas, que serán repartidas proporcionalmente entre las 7 fábricas que han participado en el proyecto. Eric Del Toro apunta, con la ficha de cata aportada por el maestro cervecero Jaime Boluda, que la “7 Islas” es una “Red Ale” (al estilo original de Irlanda) muy “volcánica”, de un color rojizo que se debe al tostado de las maltas y un amargor medio pero intenso, gracias a la utilización de lúpulos americanos. Una cerveza autóctona muy maltosa, con sabor a tierras volcánicas, sorprendente y refrescante. En la etiqueta también se lee: “7 islas, 1 cerveza. Por primera vez, cerveceros de toda Canarias unen sus conocimientos para elaborar una cerveza que contiene la esencia de cada una de las islas”. Pueden conseguirla (la próxima semana) en las todas las islas, a través de las cerveceras ya nombradas, y muchas felicidades por esa unión de Canarias a través de la cerveza.

El irrepetible Efraín Medina (i) cantando junto al gran Chago Melián.

No puedo terminar sin hacerme eco y reconocer vivamente la iniciativa del irrepetible Efraín Medina, vicepresidente del Cabildo de Tenerife. Una vez más y sin cortarse un pelo, el gran Efraín ha grabado su versión del villancico “El pequeño tamborilero” y la ha lanzado a las redes felicitando a todo el mundo. Antes ya había versionado “Mi gran noche” de Raphael, o la “Maldita primavera” de Paolo Amerigo cantada y popularizada en español por Yuri. Esta semana, la “Bohemian Rhapsody”, de Freddie Mercury con Queen, se ha convertido en la canción del Siglo XX más escuchada del mundo, y me da que Efraín Medina va a romper las listas de audiencia en Canarias con la suya, de la que se ha hecho eco hasta el mismísimo Carlos Herrera en la COPE, a nivel nacional. A diferencia de lo que les pasa a otros “tristes” compañeros de la política, el bueno de Efraín “sintoniza” con todo el mundo de manera sencilla y natural, que agrada a todos y arrasa en las redes sociales. Efraín trabaja como pocos, no está para “hacer dobletes” y muchos partidos se lo rifarían para tenerlo en los tres primeros puestos de sus listas. Pero también sabemos que hay muchos miopes, mezquinos y envidiosos, a los que les fastidia el éxito de Efraín. Menos mal que él se pasa las críticas por el “arco del triunfo” y hace suyo aquello de “ladran, luego cabalgamos”. Ánimo y p’alance.