Aparte del tan cacareado retraso en la firma de convenios y, sobre todo, la transferencia de las “perritas” que por ley (y por sentencias) nos corresponden, los últimos desplantes han sido las cancelaciones de citas y el no asistir “por problemas de agenda” (tócate los timbales, Pedro) a actos como el institucional del pasado jueves en Gran Canaria, para celebrar nuestro nuevo Estatuto de Autonomía. Y encima, ayer si tuvo tiempo para cogerse “su/nuestro” avión privado Falcon y plantarse en Canarias para estar solo un rato “con los suyos” en la convención del Partido Socialista de Canarias (PSC-PSOE). Ellos (los suyos) aunque no lo dicen públicamente (por vergüenza o por disciplina mal entendida) están de Pedro Sánchez, su actitud, sus gestos y su política hacia Canarias, hasta las mismísimas narices del Teide. Mariano Rajoy y alguno de sus antecesores, “sembraron” el independentismo que hoy están “cosechando en Cataluña. Pedro Sánchez (y muchos de aquí) ignoran la fábrica de independentistas que están montando por estos andurriales canarios, y despertando a un monstruo que estaba dormido. Y todo ello, sin necesidad ninguna. Como se suele decir, el que avisa no es traidor.
Fernando Clavijo y Pedro Sánchez en La Moncloa, hablando (se supone) de Canarias.