El gran cocinero y amigo, Braulio Simancas González vuelve mañana a sus orígenes para “silbar” en los fogones de su propio restaurante, en La Laguna. Mañana y tras una reforma de modernización hechas en tiempo récord el “Silbo Gomero” abre sus puertas con el cartel de “no hay plazas”. Y es que el bueno de Braulio Simancas, en esta nueva y apasionante etapa profesional que comenzará mañana, ha despertado una tremenda expectación en el mundillo de la gastronomía tinerfeña y canaria. El hombre ha dejado casi un mes los fogones para convertirse en albañil, carpintero y no sé qué más, hasta machucarse un dedo en las tareas de bricolaje. Pero ha contado con la colaboración de todo su equipo, comenzando por su siempre alegre y leal esposa y compañera, Omayra Martín, y hasta su señora madre,Honorina González, a la que el viernes vi dejando los cristales del restaurante como los chorros del oro, sin olvidar a su hijo, Darío Simancas Martín, que con tan solo 4 añitos ya apunta maneras de gran chef.
Braulio Simancas en su renovado “Silbo Gomero”, donde mañana comenzará una nueva y apasionante etapa.