NO HAY PRECIO A LA PALABRA DE ESTA DIPUTADA

La incombustible Ani Oramas lo dijo bien alto y muy clarito… Y creo que lo dijo convencida. Fue en un mitin público de Coalición Canaria y textualmente afirmó: “No hay precio a la palabra de esta diputada ni de nuestro presidente (refiriéndose y señalando a Fernando Clavijo), jamás los canarios vamos a consentir que Podemos llegue al Gobierno de este país. Doy mi palabra. No hay precio en esta tierra (Canarias) para eso”.Y la cosa se grabó en vídeo y ha circulado por las redes sociales como reguero de pólvora. Y me temo que en el seno de Coalición Canaria (y fuera de ella) mucha gente está de acuerdo con lo que afirmó. Pero ahora la cosa está como está y Pedro Sánchez necesita un sí que le ayude a ser presidente para gobernar con Podemos y con Pablo Iglesias de “vice”. Y como diría el astronauta del Apolo 13, Jack Swigert: “Houston, tenemos un problema” … (Hoy aquí, sería: “Houston, tenemos un atasco”)

Ana Oramas y Fernando Clavijo, entre otros candidatos de Coalición Canaria, durante uno de los mítines de la pasada campaña electoral, donde se dijo lo que se dijo…

DOS ÚNICOS VOTOS… Y CADA UNO POR LO SUYO

El problema es que Ana Oramas (y muchos otros en Coalición Canaria) siguen sosteniendo que lo mejor a corto, medio y largo plazo es mantener su “no” a la posible investidura de Pedro Sánchez, con Podemos de socio preferente y dentro del Gobierno. Por su lado, sus “hermanos” de Nueva Canarias, con Pedro Quevedo en primer plano, están por el “sí” y sin mayores problemas. Y la cuestión, Houston, es que, entre el sí y el no, podría haber una “abstención” de los dos diputados canarios en Madrid. Si esos dos votos canarios fueran irrelevantes a la hora de una suma, la abstención sería una “escapada” sencilla. Pero si hay que “mojarse” y Pedro Quevedo vota “sí”, mientras que Ani Oramas vota “no”, la tan deseada (y necesaria) unidad del nacionalismo canario moderado, se vería en una muy complicada situación y hasta en un punto de “no retorno”. Todo esto con el Partido Nacionalista Canario (PNC), por cierto, ninguneado y hasta brillando por su ausencia. Y entonces… a peor la mejoría.

Pedro Quevedo (i) de Nueva Canarias y Ana Oramas, de Coalición Canaria. Juntos, pero no revueltos. Mientras Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, se abrazan cariñosamente… Y la unidad del nacionalismo canario en veremos…

MONÁRQUICA CONVENCIDA DE TODA LA VIDA

Pero es que, además, a Ana María Oramas González-Moro le persigue su historia, su trayectoria, su ADN político… Y es que Ani Oramas ha sido (imagino que lo sigue siendo) monárquica de toda la vida. De pensamiento monárquico y de familia fiel y leal a la Monarquía desde Don Juan de Borbón (conde de Barcelona, padre de Juan Carlos I y abuelo del actual Rey, Felipe VI). El recordado y respetado tío de Ani Oramas, el empresario y licenciado en Ciencias Políticas y Económicas, alcalde de Santa Cruz de Tenerife, consejero, vicepresidente y presidente interino del Cabildo Insular, Leoncio Oramas Tolosa, fue miembro del consejo asesor de Don Juan, cuando residía exiliado en Estoril (Portugal). Y esa historia y esas lealtades no se suelen tirar por la borda por un “podemos” formar gobierno. Y llegado el caso, sería muy difícil explicar (sobre todo en Tenerife), que nuestra diputada (y de rebote Fernando Clavijo) no tienen palabra y que, por extensión, ellos y esta tierra, tienen precio.

Ana María Oramas González-Moro, nacionalista, pero monárquica de toda la vida.

LA CIUDADANÍA AGUANTA… HASTA UN PUNTO

Mientras las cuitas anteriores con Pedro y Ani se desarrollan en las sedes de los partidos, en medio de los mítines o en los pasillos del Congreso de los diputados, la sufrida ciudadanía sigue con los pies en la tierra y con la mente y el corazón en los atascos. Y como se suele decir, nuestros políticos (de uno u otro partido y de una u otra corporación) parece que ignoran el coste político de los dichosos atascos. Y lo que más les fastidia a los automovilistas es que les falten al respeto y que les tomen el pelo. No hay que ser premio nobel para saber que la ejecución de una obra, por muy pequeña que sea, hace de caja de resonancia y que se generen atascos a kilómetros de la propia obra. Como creo que se trata de una obra del Cabildo de Tenerife, el nuevo presidente, Pedro Martín, y su consejero de Carreteras, Movilidad e Innovación, Enrique Arriaga, deben saber que lo que más indigna y molesta suele ser la descoordinación y la lentitud.

Pedro Martín (i) presidente del Cabildo de Tenerife, junto con Enrique Arriaga, su vicepresidente 1º y consejero insular del Área de Carreteras, Movilidad e Innovación.