Cada día se demuestra y queda más claro que los zoos modernos, como el tinerfeño Loro Parque, son los únicos embajadores para los animales exóticos, y son esenciales para transmitir a la población mundial su belleza y la importancia de conservar la naturaleza. En estos tiempos difíciles para los animales solamente con un cambio en la sensibilidad de la población podremos encontrar la forma de coexistir en armonía con el resto de los seres de nuestro planeta. Loro Parque, pieza clave junto con el Siam Park para el sector del Turismo en Tenerife, es la segunda atracción más visitada de nuestra isla después del “padre” Teide, por turistas nacionales y extranjeros (aparte de los fieles visitantes locales) y la empresa que preside Wolfgang Kiessling cuida con esmero a unos 10.000 animales, sostiene de forma estable unos 1.000 puestos de trabajo y genera riqueza desde diciembre del año 1972.
Panorámica del impresionante pingüinario del Loro Parque, donde se reproduce fielmente cada día la atmósfera y climatología de la Antártida.