El norteamericano Robert Parker, considerado actualmente como un “gurú” en el mundo de los vinos, estudió Derecho, pero, durante unas vacaciones en Francia, allá por los años setenta, se dio cuenta de que su pasión era el vino. De vuelta a los Estados Unidos decidió crear la revista “The Wine Advocate” como guía para el consumidor medio, que por aquel entonces tenía una escasa cultura sobre el tema, y lo hizo con un sencillo sistema basado en puntuaciones de 0 a 100. El año 1982, Robert Parker desafió a la élite de la crítica mundial, al contradecirlos asegurando que los vinos de Burdeos que saldrían un año después al mercado, y que aún estaban en barrica serían excelentes. Todos los críticos dieron bajas puntuaciones, sin embargo, Parker mantuvo su vaticinio, que 12 meses después resultaría ser cierto. Ahora, esta valoración se publica anualmente en la revista “The Wine Advocate” y constituye un referente a nivel internacional para los especialistas y amantes del vino.
El gran enólogo tinerfeño, Roberto Santana, ha puesto dos vinos de Tenerife en lo más alto de la guía Parker, como “sobresalientes”.