En aplicación de la normativa se abrió en su día un expediente que, en base a un determinado criterio, concluyó requiriendo a Manuel García para que Tocuyo retirara su popular cartel. El mismo Manuel García, respaldado y asesorado por sus hijos, recurrió y hace pocas semanas se recibió la respuesta, en la que insistían en la retirada del cartel. Ante el desconcierto de Manuel y que el tema trascendió a las redes, la gente reaccionó queriendo hacerse una foto junto al mural (antes de que lo quitasen) a la vez que solicitaban “su indulto”. El propio alcalde, José Alberto Díaz Domínguez (por cierto, veterano y asiduo cliente del Tocuyo desde hace años, a la vez que fervoroso devoto de sus berberechos) se interesó por el asunto en pro de una solución factible, legal y buena para todos. Y una vez más, las buenas mañas para el consenso de José Alberto Díaz, dieron resultado.
De los dos carteles que tenía la fachada del Bodegón Tocuyo deberá quedar solo uno y, por supuesto, se salvará el popular mural con azulejos de cerámica de 1980.