Me gustaría recalcar, porque es cierto y es de justicia, que este tema trasciende y está por encima de ideologías y partidismos políticos, y afecta de igual modo, por acción o por omisión, a todos los que han gobernado. Los 8 presidentes del Gobierno de Canarias que hemos tenido, desde Jerónimo Saavedra(PSOE) hasta Fernando Clavijo (CC); al igual que los 5 presidentes del cabildo tinerfeño, que ha habido desde José Miguel Galván (UCD) a Carlos Alonso (CC) y los 7 alcaldes de La Laguna, desde Pedro González (PSOE) a José Alberto Díaz (CC) y el actual, Luis Yeray Gutiérrez (PSOE), todos ellos con sus respectivos consejeros o concejales de Obras Públicas, han podido y habrán querido (no lo dudo) pero ninguno de ellos ha logrado una solución definitiva (ni medio definitiva) a los problemas de movilidad de Tenerife en general, y el colapso de la rotonda del Padre Anchieta y el trazado del último tramo del tranvía, en particular, tres cosas que, curiosamente, tienen un punto en común: la soñada, diseñada y demandada “Rambla de La Laguna”.
El colapso del acceso la rotonda del Padre Anchieta afecta a otros puntos de rebote