Seguimos con las 10 razones que se exponen en la revista Forbes:
6.-Valora el esfuerzo. Desde muy pequeño las actividades de la vida scout, muy vinculadas a la naturaleza, van encaminadas a que aprenda a valerse por sí mismo, a superarse incluso cuando cree que no le quedaban fuerzas ni para un paso más, a sonreír ante las dificultades y a esforzarse para conseguir aquello que se propone.
7.- Sabe ponerse objetivos y evaluarlos. Desde los 6 años tiene práctica en ponerse metas, tanto personales como de equipo, y después autoevaluarlas y recibir la evaluación de los demás. El feedbackconstructivo es, por tanto, una práctica que un scout domina a la perfección cuando comienza su vida laboral.
8.- Es generoso. “Dar” y “compartir” son los verbos más presentes en la vida scout. El agua que queda en una cantimplora no es de su dueño sino de quien más la necesita, y un educador puede llegar a invertir 1.000 horas al año como voluntario, dedicadas a educar a niños a ser mejores personas.
9.- Lucha contra la injusticia. Con el lema “deja el mundo mejor de lo que lo has encontrado”, la pedagogía scout se basa en que los niños sean capaces de entender y practicar su potencial de mejorar su entorno, resolviendo con valentía los retos a los que se enfrentan, y no mirando hacia otro lado ante las injusticas sino actuando para cambiarlas.
10.- Es una persona “con recursos”. Tiene una dilatada experiencia en dinamizar reuniones, inventarse un juego para resolver un conflicto, hablar en público, o localizar la empresa más barata de alquiler de furgonetas. Es aventurero y dinámico, y está acostumbrado a resolver problemas de diferente tamaño y forma.
Scouts de Tenerife en el Campamento Mundial Scout – Jamboree 2007, en Inglaterra