Empresarios como Jorge Marichal (presidente de Ashotel) y otros, así como políticos como Carlos Alonso (presidente del Cabildo de Tenerife) y otros, son de la opinión (lógica y razonable) de que, en estos momentos, lo menos que le interesa a nuestra isla y a Canarias es una fractura de la clase empresarial y un enfrentamiento entre los grandes empresarios isleños. Me consta que, entre otros, el propio Jorge Marichal ha hablado ya con José Carlos Francisco y le ha animado a «reconducir» la situación para restablecer las relaciones entre la CEOE y la Cámara y hablando clarito, clarito (como Jorge hace siempre) expresó su sospecha de que ha sido «mal aconsejado» por alguien concreto en el seno de la CEOE. Sin lugar a dudas, tanto Paco Gómez como Martín García Garzón tienen una trayectoria intachable y, como no dudó en manifestar Jorge Marichal, «no merecen este trato, que es toda una falta de respeto”, por lo que calificó como “una absurda pataleta». Precisamente, Martín García Garzón fue galardonado el pasado 2016 con el premio al “Empresario del Año” otorgado ¡por la propia CEOE! y pronto va a recibir otro a nivel nacional, el de Empresario Emprendedor otorgado por la firma Ernst & Young… ¿Cómo se puede prescindir de estos activos? ¿Por quién se ha dejado aconsejar José Carlos Francisco? ¿Midió los efectos de su decisión?. Si les soy sincero, no creo que, por mucho que les puedan ofrecer, Paco y Martín acepten volver al Comité Ejecutivo de la CEOE en Tenerife. Y digo más, esto no va a acabar así y no tendrá una buena y definitiva solución (también me lo han comentado) a menos de que pase una de estas dos cosas: que la CEOE en Tenerife cambie de presidente…, o que él entierre pronto algún cadáver.
