Un año más les recuerdo que en Tenerife existe una “entidad” única en Canarias. Se llama “La Macana” y acaba de cumplir 89 años de vida. No tienen acta fundacional, ni están en el registro de asociaciones, ni tienen CIF. Sólo un anfitrión cada año al que llaman “el Macana”, con la única obligación de invitar a comer una vez al año al resto de componentes. La fundó el año 1930 en la Parroquia Matriz de La Concepción de La Laguna el presbítero Manuel Pacheco, junto con el sacristán Juan Marrero Marrero, en torno al día de Santa Cecilia (22 de noviembre) patrona de la Música. El irrepetible Juan Marrero invitaba al coro que iba a cantar la misa del señalado y musical día, a un convite posterior en la trasera de la iglesia. Un rincón cuya puerta se cerraba con una “macana” hecha con madera de barbusano, que tiene más de un siglo y que se conserva con mimo. Juntos, tras la misa, agradecían gastronómicamente al coro su “cantata” y, de paso, entonaban más canciones en honor a Santa Cecilia.

Luciano Melo Bello (i) traspasa “La Macana” a Gonzalo De la Cruz Alarcó.

Lo que empezó en la iglesia pasó luego a la casa de los Hernández-Abad (los “Abanes” de Guamasa), se ha ido repitiendo año tras año y ahora se celebra en la finca “La Gorvorana” de Los Realejos, propiedad de las familias De la Cruz Veguero y De la Cruz Betancor, que la ceden gentilmente para seguir con la tradición de compartir amistad, gastronomía y música, con el objetivo de recuperar y conservar coplas del cancionero popular canario. El tradicional cambio anual de “Macana” se desarrolla de forma ritual desde siempre, siguiendo un protocolo marcado por la opinión de los más antiguos. Tras el “mandato” del gran aparejador, Luciano Melo Bello, el pasado 23 y por decisión de los veteranos, fue elegido nuevo “Macana” el tinerfeño de pro, Gonzalo De la Cruz Alarcó, a quien desde aquí felicitamos. Y es que, como recuerdo cada año…si perdemos las tradiciones…, apaga y vámonos.

Santiago Torres, un “Sabandeño de Honor” que nos ha dejado para siempre.

Unas líneas finales para recordar a una bellísima persona, un profesional serio y trabajador, un músico de vocación, un parrandero de verdad, un “Sabandeño de Honor”, un hombre cabal. Se nos ha ido el gran Santiago Torres. Los Sabandeños pierden a un compañero de referencia al que, finalmente, venció la enfermedad. Una manta y un laúd (nunca le olvidaremos tocando su laúd y cantando) reposaban junto al féretro, mientras, en la iglesia de La Esperanza sonaba el “Llamarme Guanche” y una última folía. Descansa en paz, amigo Santiago.

Deseo comunicarles que El Cotarro, a partir de este próximo domingo, no se verá publicado en papel en el periódico El Día. Han sido ¡cinco años, cinco! de colaboración (siempre de forma altruista, por cierto) y con presencia ininterrumpida cada fin de semana, sin faltar ni un solo domingo en esos cinco años. Ni en Navidad, ni en Semana Santa, ni durante el verano… En esos cinco años, siempre acudió y estuvo El Cotarro cumpliendo con su compromiso semanal en su cita dominguera. Pero parece que, aprovechando el cambio de imagen de la edición en papel de El Día, la actual dirección de Prensa Ibérica (por motivos que desconozco) ha decidido prescindir de El Cotarro en el periódico.

Cabecera del periódico EL DÍA