♦ No lo he hecho antes porque el mazazo fue duro y porque he preferido esperar a que la tristeza por la pérdida de un amigo, dejara paso al agradecimiento por haber podido conocerle y la alegría porque, sin duda, su vida será un ejemplo para muchos y su obra una feliz realidad que permanecerá en el tiempo… Tuve la oportunidad y el gran privilegio de conocer a Pedro Javier González Zerolo, que ahora ya descansa en paz… Permítanme que, aunque casi nunca lo hago, hoy El Cotarro sea monográfico y lo dedique a su persona, su vida y su obra… Y por extensión a su padre, el gran pintor Pedro González; a sus hermanos: Conchi, Eladio y Cristina, a toda su familia y por supuesto, muy especialmente, a Jesús Santos, su siempre atento, discreto y ejemplar marido.
Pedro González Zerolo con su permanente sonrisa… Un referente para todos.