RÁPIDO DESALOJO EN VIRTUD DE UN AUTO JUDICIAL

De casualidad he tenido la oportunidad de enterarme de este caso en concreto y de su más o menos rápido desenlace. Algún domingo de estos les contaré toda la historia. Pero baste decir que, por lo que se ve, parece que todo funciona “organizadamente” y en redes muy dinámicas. Sigo diciendo que lo que puede pensar de esta problemática el alcalde José Manuel Bermúdez en Santa Cruz, o Luis Yeray Gutiérrez en La Laguna, o más concretamente el concejal lagunero Rubens Ascanio, puede estar lejos de la verdadera realidad. Hay escenarios y protagonistas muy, muy distintos en esto de la “okupación”. En esta ocasión, un inteligente magistrado ya ha actuado, rápida y diligentemente, de forma profesional y muy eficaz. En un interesante Auto Judicial (que algún día me gustaría reproducirles) el juez ha instado a la Policía Nacional para que, de forma inmediata, junto con los abogados y representantes de la propiedad, se procediese al desalojo, cosa que se hizo el pasado martes.

Visitantes a punto de entrar en la vivienda “okupada” para pasar un día de piscina.

ACTUAR Y DESALOJAR SI NO HAN PASADO 72 HORAS

La “okupación” en este caso, duro tan solo 17 días, en los que los “okupas” tuvieron tiempo de hacer fiestas y saraos con piscina incluida. Ahora la vivienda vuelve a estar en manos de la propiedad y debidamente custodiada. Pero parece que, en el auto, su señoría hace ver que la Policía Nacional podría y debería haber actuado con más diligencia y efectividad cuando, a menos de una hora de saltar la alarma y acudir los vigilantes de la central a la vivienda, coincidiendo allí con la propia Policía Nacional, no se actuó teniendo en cuenta que se trataba de un flagrante delito de allanamiento de una propiedad privada. Por mucho que uno de los “okupas” pusiera a un menor como “escudo” y alegara llevar más de tres días allí. Individuo que, por cierto, en el momento del desalojo, manifestó sin cortarse un pelo que era un preso en régimen de “tercer grado”, mostrando la pulsera de localización colocada en su tobillo. Según las últimas directrices, al parecer emanadas de la propia Fiscalía General del Estado, que la exministra Dolores Delgado lidera actualmente, la Policía puede y debe actuar, desalojando de inmediato, si el allanamiento y la “okupación” se ha producido dentro de la ultimas 72 horas.

Los “okupas” saliendo de la vivienda (con patines eléctricos incluidos) en presencia de la Policía Nacional que, en esta ocasión, actuó profesionalmente.

CON RESPETO NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA

Es una frase hecha, pero, dicha con todo respeto y en positivo, puede servir para poner en valor iniciativas que, en momentos complejos y difíciles como el que estamos viviendo, sirven para mantener la fe y la esperanza en el futuro. Lo digo porque, gente entusiasta y emprendedora como Bernardo García en el sector primario de la agricultura y con la pitaya como emblema, o bien Fernando Cruz en el sector de servicios con el arte y la música por bandera. Dos tinerfeños que son ejemplo de iniciativas con entusiasmo y emprendeduría en tiempos de pandemia. Además, con imaginación y respeto en cada uno de sus sectores. Bernardo García con “Ínsula Dragonaria” y Fernando Cruz con su “Almacén del Arte”, popularmente conocido ya en el mundillo de la cultura y la música como “ADA”. Merece la pena contarlo y probarlo o vivirlo. Y lo dicho, con permiso del maldito coronavirus, no hay mal que por bien no venga.

Plantaciones de Pitaya, en los invernaderos que Pitaber Canarias tiene en Arico.

EL APASIONANTE MUNDO DE LA PITAYA Y SU VIRTUD

El bueno de Bernardo García Cruz ha encontrado la felicidad y su trabajo en el apasionante mundo de la agricultura, de las frutas tropicales y, en concreto, de la pitaya. Bernardo, junto con su hija Isora y su hijo Adel, lideran la aventura de Pitaber Canarias (www.pitaber.com), una empresa familiar que se dedica a la agricultura en el sur de Tenerife, en el municipio de Arico, con tierras que suman (¡Ahí es nada!) una superficie superior a los 3 millones de metros cuadrados, de los cuales actualmente tienen cultivo 270 mil metros cuadrados, dedicados a varios cultivos como: platanera, viñas, frutales tropicales, hortalizas y, por supuesto, la pitaya. La superficie actual dedicada a la pitaya o “fruta del dragón” es casi 30.000 metros cuadrados, en invernadero de excelente calidad con el fin de no alterar los beneficios y propiedades que esta fruta posee. Bernardo y sus hijos, Isora y Adel cuidan con mimo esta variedad de fruta (de la familia de los cactus) que es antioxidante y contiene fósforo, hierro, calcio, fibra soluble, vitaminas B, C y E, ayuda a la creación de glóbulos rojos y tiene un gran valor energético.

Bernardo García Cruz y su hija, Isora, que es la madre de la “princesa guanche” Tayda