José Carlos Marrero González

Para ello necesitan el recurso de una furgoneta amplia, que permita hacer llegar a las familias los alimentos y comida que se preparan en las cocinas de la Fundación. Si alguna persona que lea esto estuviera interesada en ayudar con una donación puede hacerlo por transferencia bancaria (ES22 2100 6956 3102 0008 3805) o de nuevo por el sistema de Bizum con el código 3803 0. Con el concepto “Donación Crowfunding 2020” junto con su nombre y un número de teléfono. También pueden acceder directamente a la propia Plataforma de Crowdfunding donde tienen publicada toda la información del proyecto y las recompensas por las donaciones, pinchando en el siguiente enlace:

https://www.crowdants.com/fundacion-canaria-el-buen-samaritano/el-buen-samaritano-se-mueve/2239.

Logotipo de la Fundación Canaria “El Buen Samaritano”, con su lema en el centro.

Este domingo, comienzo con El Cotarro dando gracias a Dios y a todos los grandes y sacrificados trabajadores de todas las profesiones (especialmente, si me lo permiten, a los de la Sanidad) y celebrar que ya mañana pasemos todos a la Fase 2, que en realidad va a ser la tercera. Creo que se han hecho las cosas razonablemente bien y que el presidente Ángel Víctor Torres ha sabido “pilotar” la crisis, contando su vicepresidente, Román Rodríguez y, sobre todo (según mi “molesta” opinión, como dice el mago) con la inestimable colaboración del puntal, Julio Pérez Hernández, que últimamente ha ocupado y liderado de forma temporal la consejería de Sanidad, compatibilizando esto con su cargo en la consejería de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad y además, simultáneamente, con su puesto como Portavoz del Gobierno. Lo que no sé yo en este momento es si, a la larga, Julio Pérez se quedará y consolidará exclusivamente como consejero de Sanidad. Como también dice el mago: pa’mi que a él le gustaría y que lo haría muy bien.

De izquierda a derecha: Román Rodríguez, Julio Pérez y Ángel Víctor Torres.

Mientras la gran mayoría del personal está obsesionado (con razón) por ver cuánto tiempo ha de pasar para salir de esta puñetera pandemia y, sobre todo, cómo vamos a quedar después de ella, hay quien, al parecer, ha ocupado parte del tiempo de su confinamiento en hacer encuestas locales sobre intención de voto y, en su caso, barruntar cómo quedaría la distribución de escaños (léase reparto de concejales) si hoy se realizaran elecciones municipales en los “cuatro principales” municipios canarios. Y entre tanto, parece que sigue cociéndose (lentamente y pasito tun-tún) el “potaje político” de cara a una posible moción de censura en el ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, con la alcaldesa Patricia Hernández que sigue p’alante como si nada (aunque no sé si lleva una procesión por dentro) y quien la sustituiría (en caso de producirse esa moción y ganarla) o sea, José Manuel Bermúdez, calladito como un tuso.

De nuevo la misma foto de hace un par de semanas. Un saludo del exalcalde a la alcaldesa, que no sabemos si se producirá de nuevo, pero en sentido contrario

Como les digo, circulan por ahí parte de los datos de una encuesta (al menos yo he tenido acceso a algunos) que, a tenor de los resultados que arroja, unos dicen que la misma ha sido encargada o sale de las “cocinas” del PSOE, y otros aseguran que, más bien, tienen un tufillo a Partido Popular. En cualquier caso y en lo que a la capital tinerfeña se refiere (donde hoy el total de concejales es de 27), Coalición Canaria (se supone que con José Manuel Bermúdez de cabeza de lista) repetiría con sus 10 concejales; el PSOE (no se sabe si encabezado por Patricia Hernández) bajaría dos puntos, pasando de 9 a 7 concejales; el PP (con un misterio de candidatura) subiría de 3 a 6 concejales; Unidas Podemos bajaría, pasando de 3 a 2; el partido Ciudadanos (tampoco se sabe si con Matilde Zambudio a la cabeza) perdería sus dos actuales escaños y se quedaría sin representación en el municipio; y, por último, VOX entraría por primera vez en el ayuntamiento chicharrero, con 2 concejales.

Patricia Hernández, José Manuel Bermúdez y Matilde Zambudio