Dicho todo lo anterior (confesiones incluidas) he de decir que esto no solo no ha acabado, sino que, con toda seguridad, va a tener un interesantísimo debate jurídico y legal, de mucha enjundia y gran calado, al que asistiremos en un próximo futuro y que, con toda seguridad, va a trascender de una local asociación religiosa como es la Esclavitud del Cristo de La Laguna. Como su mismo nombre indica, el juzgado que preside la jueza María Gabriela Reverón es de primera instancia… De ahí para arriba, hasta donde yo puedo saber, queda la posibilidad (para ambas partes) de recurrir a la Audiencia Provincial, el Tribunal Supremo, el Constitucional y hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con derechos internacionales y acuerdos históricos, que tienen que ver con todas las confesiones y/o religiones y no solo la Católica. O sea, que mucha tranquilidad y, ahora y más que nunca, como decía el respetado lagunero, Juan Ríos Tejera, nuestro popular Juanito Cabeza, “no me busquen problema donde no los hay” … Que hable y determine la Justicia. Y sea lo que Dios quiera.
Dispositivo de logística de la Esclavitud, para la recogida y entrega de material.