La prueba de que “la cosa está mu malita”, como diría Chiquito de la Calzada, se hace visible con la iniciativa (tal vez demasiado pesimista por no decir macabra) que una serie de bares, cafeterías y restaurantes de La Laguna, han tomado los últimos días y se puede ver en las puertas o fachadas de sus establecimientos. Como pueden ver en la foto, han colgado sogas con el “nudo del ahorcado” como señal de preocupación, de que no pueden aguantar más, de que están a punto de ser ahorcados. Al fundador y presidente de la relativamente nueva Asociación de Empresarios de Restauración y Ocio (AERO), Ramón Fariña, no le gusta mucho ese símbolo, porque entiende (y yo estoy de acuerdo con él) que puede parecer que el sector va a suicidarse, cuando en realidad es que “no se están” ahorcando, sino que es al revés, “lo están ahorcando” con todas las restricciones (mucha de ellas cuestionables y con poco sentido) que les están imponiendo. Ramón Fariña, cree que mucho más representativo para visibilizar la situación que se padece y transmitir su preocupación y protesta, podría ser poner un crespón negro que simbolizaría “la muerte del sector” si no llegan ayudas económicas urgentes, fáciles de gestionar y rápidas en ser ingresadas.
La popular cafetería Caballo Blanco, en La Laguna, donde elaboran sus sabrosos bocadillos de pata asada, manifiesta su preocupación con la horca en su fachada