♦ Y para una vez que un gran empresario tinerfeño como Lorenzo Hernández (Q.e.p.d.) se arriesgó y metió su dinero en comprar y rehabilitar el hotel Delfín de Bajamar, para hacer realidad una experiencia pionera en España convirtiéndolo en centro especial de atención a enfermos de alzhéimer, tuvo que cerrarlo (y llevar todo su patrimonio a la quiebra) porque ninguna administración ayudó a ocupar (con fondos de la Ley de dependencia, por ejemplo) ni la cuarta parte de las 120 plazas que ofertaban (y que necesitaban para cubrir la inversión)… Pidieron concertar que algunos de los 150 laguneros que al parecer están ingresados en Santa Rita fueran derivados a Bajamar, pero nada de nada… Y allí está el centro terminado, cerrado y muerto de risa (o mejor, muerto de tristeza). Fue triste leer en el periódico ABC a nivel nacional aquello de : “La desidia de la Administración aboca al cierre a uno de los dos únicos centros especializados en alzhéimer del país”… Eso sí, Paulino Rivero junto con Inés Rojas, Ana Oramas y Ricardo Melchior no faltaron en su inauguración en 2011… Todo esto que he contado (y algo más que guardo, como el abandono de más de un/una viejito/a por parte de sus hijos/as) y el no tener unos buenos centros sociosanitarios en el norte y en el sur, es lo que en verdad hace que las urgencias se colapsen una gripe sí y otra también, una calima sí y otra también…, un día sí y otro también…
Inauguración del centro de alzhéimer en Bajamar, el año 2011, con su promotor, Lorenzo Hernández, en la silla de ruedas