♦ Igual les dejo un poco descolocados en El Cotarro de hoy, pero palabrita del Niño Jesús (y nunca mejor dicho) que me apetece escribir y trasladarles unas reflexiones (que no son mías) pero que estoy seguro de que, como yo, compartirán muchas y muchos lectores de EL DÍA… En estos tiempos difíciles en los que se habla de la fe y de la religiones (muchas veces mal entendidas y traicionadas por los puñeteros fundamentalistas criminales) reconforta ver cómo, desde la fe bien entendida y la religión bien practicada, se pueden hacer reflexiones críticas y aportaciones en positivo, para mejorar este complicado mundo que nos ha tocado vivir…
José Carlos Marrero González
EL ARTÍCULO DE ROQUE A TROZOS
♦ El cura Roque Rodríguez ha enviado sus reflexiones vía correo electrónico a un montón de gente (a mi me han llegado) y las titula «¿Qué pasa con las Urgencias del HUC?»… En ellas, textualmente, dice que «es un problema político en el que los políticos mienten y miran para otro lado, aunque ellos y todos sabemos lo que está ocurriendo»… Luego el amigo Roque Rodríguez afirma que «mis palabras van sobre el personal y lo digo bien alto, chapeau por la labor que los trabajadores hacen; no sé como resisten y aguantan»… Y sigue diciendo el capellán: «puedo entender cuando los familiares o enfermos gritan o incluso faltan el respeto a los trabajadores, y no sé cómo estos se callan, sabiendo cómo son tratados. Pero no es justo cuando se les acusa, de que si están todo el día fumando, en la cafetería o con el móvil, y me hago esta pregunta, ¿no tienen derecho a un descanso de minutos, cuando están trabajando más horas de las que hay que hacerlo?»…
Uno de los pasillos del casi colapsado servicio de Urgencias del H.U.C.
LAS Y LOS PROFESIONALES DEL H.U.C.
♦ Dice el bueno de Roque que «los hombres y mujeres que trabajan en un hospital son personas, cada una de ellas con sus historias personales, con sus familias, con sus problemas y alegrías, y también con sus defectos y virtudes, como cualquier ser humano y ese stress que están pasando, posiblemente, ojalá que no, lo podrán pagar mañana con enfermedades sicológicas, siquiátricas o físicas»… Y reconoce Roque lo siguiente: “¿Que hay trabajadores que se equivocan o meten la pata?… ¿Es que alguien sería capaz en una situación parecida de no meterla mucho más?… ¡Qué fácil es decir que pidan una baja, cuando saben que si así lo hacen perderían una parte de su sueldo, si no todo. ¡Me gustaría ver a políticos y a cargos públicos, haciendo ese trabajo, a ver cuánto tiempo resistirían!”… Obviamente, el amigo Roque no se refiere a ningún político en concreto, pero me temo y creo que populares, nacionalistas, socialistas y hasta los de “podemos” y “sí se pueden”… sentir aludidos.
El Dr. Guillermo Burillo, actual y efectivo Coordinador de Urgencias del H.U.C.
LA REFLEXIÓN FINAL DEL CURA ROQUE
♦ Para terminar, el capellán del H.U.C. no se corta y dice: «sé que son los políticos, fundamentalmente, los que tienen que resolver este problema, pero ellos bien sentados en sus poltronas, buscarán y pondrán como malos de la película, a aquellos que hacen lo posible e imposible, para que esto salga adelante… Tengan vergüenza, señores políticos, dejen de engañarnos y de prometer lo que no van a hacer o no saben hacer. Y si no, mándense a mudar, no se les ocurra, venir a prometernos lo que nunca harán»… y Roque Rodríguez remata su reflexión diciendo: «Y a los compañeros de trabajo en sus distintas responsabilidades, ánimo y a seguir, porque al final lo que vale es la satisfacción de haber hecho las cosas lo mejor posible. Y estoy seguro, y lo afirmo, que a pesar de los pesares, por encima de todo, los distintos trabajadores, están dando lo mejor de sí, e incluso más, para que las cosas salgan adelante, y darle a los enfermos y familiares, lo que vienen a buscar al H.U.C., que es su salud y el bienestar de ellos… Por supuesto, a todos, paciencia, el gran ingrediente, para evitar estar en situaciones tensas que no conduce a nada bueno para nadie… Y como capellán y creyente, que Dios y la Virgen les bendigan a todos”… ¡Olé tus oraciones, amigo Roque, que Dios te bendiga!